jueves, mayo 28, 2009

Como romperte el corazón en una semana.

Luego de todas las historias y advertencias de comprar un perro en la calle, me decidí por hacerlo, o tal ves, al ver a ese perrito blanco, con sus orejitas paradas y su mirada, fueron suficientes para dejarme llevar y comprarlo; a mis compañeros y a los asistentes que hace una semana me acompañaban les encanto, mi esposa tuvo la misma reacción; pero la mejor forma de cariño hacia la mascota nueva fue la de mi hija, quien al verlo, lo abrazo y no lo soltaba mientras sus amiguitos lo acariciaban y le preguntaban como se llama y mientras veía ese cuadro me imaginaba en un futuro donde el perro ya grande le acompañaba a ella mientras realizaba las tareas de la escuela o colegio.

Pero como me lo advirtieron, estos perritos así se los vea hermosos, tienen un problema o mejor dicho, al no ser cuidados desde el nacimiento son propensos a un virus que al averiguar un poco en internet conocí que es fulminante, el nombre de este: parvovirus canino.

Y así fue que, luego tener un hermoso cachorrito, juguetón y risueño, paso en exactamente 5 días a ser un animalito que sufría y solo pasaba echado en su cajita con todos los horribles síntomas del maldito virus. A la madrugada de este jueves, este animalito que paso una semana con nosotros quedo dormido para siempre, dejándonos roto el corazón.

Lo único que puedo hacer ahora es desahogar un poco lo que siento, es contar esta historia de 7 días en la que un cachorro vivió con nosotros, nos dio su amor y nos dejo roto el corazón.



En memoria de quien empezó llamándose Peluso y termino siendo Bebé.